No dejes que se muera ese amor.

Cada día, la vida me sorprende más. Vivimos el día a día sin darnos cuenta de los detalles y sin darle valor a las pequeñas cosas como el amor, la amistad, las relaciones e incluso las personas. Empieza a crearse una rutina diaria. Rutina a la que nos acostumbramos. Nuestra vida se vuelve monocromática, silenciosa, monótona y vacía, pues dejamos de luchar por lo que vale la pena luchar, por los demás e incluso por nosotros mismos y nuestra superación personal. Cuando el tiempo se para, nos damos cuenta de lo mucho que ha cambiado todo e intentamos que todo vuelva a la "normalidad", a los tiempos felices. A aquel tiempo en el que una mirada suya paraba el tiempo, y una sonrisa apartaba cualquier sentimiento de dolor o impotencia que tuviese. Es ahí donde nos damos cuenta de que todo ha cambiado, de que debemos hacer que esas sonrisas vuelvan y por tanto, fortalecer todo aquello que un día amamos sin medida. Así que deja de lado tu orgullo y sigue cuidando todo aquello que es (o un día fue) tuyo. 

Llámala. Sean las 3, las 4 o las 6 de la mañana, aunque no tengas nada importante que decirle, llámala y dile que simplemente querías oír su voz recién levantada. Gritale que la quieres sin ninguna razón ni recompensa, coje su mano, apriétala como si fuera la ultima vez y siéntela a tu lado. Sorprendela. Haz de cada momento una aventura, de cada mirada un sueño y de cada sonrisa un mundo nuevo. Bésala. Muérdele el labio con ternura, acerca tus labios a los suyos y simplemente dile que esta preciosa. Hazle cosquillas, tócale la barriga aunque te diga que no lo hagas, cógela de la cintura, del cuello, del brazo - cógela -. Mírala fijamente a los ojos, admiralos, su reflejo, lo que trasmiten. Quiérela con locura. Sin mesura, sin medida, sin control. Que nadie entienda nada, que nadie entienda el "porqué", que nadie comparta vuestra historia. 

Rompe con la rutina, no dejes que se muera ese amor.

Viviendo un sueño.

Esta mañana me he levantado con una sonrisa en la cara. He abierto los ojos, la luz me ha cegado pero no me ha molestado. Han llamado a la puerta así que he tenido que levantarme, pero ni siquiera el frío de la mañana me ha quitado la sonrisa. Tenía mucha hambre y alguien se había terminado mis cereales, pero también lo he ignorado. Parecía que nada era como debía ser. Pero no me importaba por que, cada vez que parece que las cosas no van como deberían sé que estas tú. Apareces, como si notaras que me haces falta. Con sorpresas, con sonrisas. Que si algo no va bien tu sabes como sobrellevarlo. Con un par de palabras, una mirada o un beso, consigues que tenga ganas de seguir pese a todo. Hoy me he levantado sintiendo que te tengo. Hoy me he despertado sabiendo que tú me esperas, que me quieres.

Que no me hace falta seguir durmiendo para soñarte, 

por que vivo un sueño cada vez que te veo.

O1. "El amor es el motor de la vida"

Cuando todo el tiempo que has estado esperando ha valido la pena. Cuando todo el sufrimiento tiene su recompensa. Cuando todo tiene sentido. Cuando entiendes lo que querían decirte con "lo bueno se hace esperar". Viene, sonríe, y te hace feliz. Con una mirada te vuelve a enamorar como el primer día. Sin hablar, sus ojos te enseñan cuanto te quiere, cuanto significas.  Y es entonces cuando la vida cobra sentido. Cuando empiezas a vivir de verdad, a disfrutar de cada momento junto a él. Experiencia tras experiencia, creciendo a su lado. Aprender cada día más, que te sorprenda, que nunca sepas que pasará hoy. Sorpresa. Aventura. Amor. Que la gente te vea caminando cogida de su mano y pienses "tengo tanta suerte que me parece injusto". Mírame.  Sonríe.  

Dime que me quieres. Repítelo. Cállame con un beso. Susúrrame al oído: "No me sueltes nunca". 

"El amor es el motor de la vida"